Jerusalén, primavera del año 33. Una multitud se congrega en las puertas de la ciudad para dar la bienvenida a Jesús de Nazaret, que pronto se reunirá con sus apóstoles y seguidores. Con un mensaje revolucionario, ha cosechado partidarios por doquier, pero también miradas de recelo entre las autoridades religiosas. Pronto se celebrará la Última Cena y se sellará el destino de uno de los personajes más influyentes de la historia de la humanidad. Esto es Ierusalem Anno Domini de Devir.
En Ierusalem Anno Domini, cada persona representa a una de las comunidades de seguidores de Jesús de Nazaret que, venidos hasta Jerusalén desde pueblos y aldeas cercanos, quieren acercarse hasta el lugar de la Última Cena y colocarse lo más cerca posible de los asientos de Jesús y sus apóstoles.
El objetivo del juego es tener la mayor presencia de seguidores de tu comunidad junto a la mesa de la Última Cena. Cuanto más cerca estén de los apóstoles y del propio Jesús, mayor número de puntos de victoria proporcionarán al final de la partida. También nos darán puntos las losetas de parábola que hayamos acumulado o las fichas de ofrenda.
En el tablero se muestran distintas ubicaciones: el mercado, el desierto, el monte, el lago y el templo. Tras mandar a nuestros seguidores a una de estas localizaciones, obtendremos piedras, panes y peces, así como también denarios o cartas que nos permitirán hacer más de una acción.
Sin embargo, el elemento principal del juego son las cartas. Cada carta tiene un símbolo correspondiente a una de las 5 ubicaciones clave del juego. Al irlas jugando, se formarán combinaciones que nos permitirán llevar a los apóstoles a la mesa de la Última Cena. La colocación óptima de nuestros seguidores alrededor de Jesús y los apóstoles también se realizará mediante la gestión de las cartas, así como de diversos recursos a nuestro alcance. Pero no todos los apóstoles nos aportarán puntos positivos… Aquellos seguidores que se sitúen cerca de Judas reportarán puntos negativos.