¡Toma 6!

¡Toma 6!

¡Toma 6! ¡No es un juego para bueyes!

Tienes 10 cartas para jugar, de manera inteligente, en una de las cuatro filas. Pero, atención, en cada fila sólo caben cinco cartas. Así que, si colocas la sexta carta de una fila, tendrás que coger las cinco que haya, con todos sus bueyes (puntos negativos).

El objetivo del juego es obtener el menor número de cartas posible. Cada buey en las cartas cuenta como un punto negativo. Ganará quien acabe con menos bueyes, es decir, con menos puntos negativos.

Preparar el juego es muy sencillo. Se mezclan todas las cartas y se reparten 10 a cada persona. Se cogen sus cartas y las ordenan en sus manos de mayor a menor, se coge lápiz y papel. Y se forman las 4 filas. Para ello, se ponen 4 cartas, de las que sobran, boca arriba en el centro de la mesa. Cada una de estas cartas forma el principio de una fila, las cuales pueden tener como máximo 5 cartas, incluyendo la primera carta. El resto del montón de cartas se deja a un lado, será utilizado para la siguiente partida.

Cada turno simultáneamente todo el mundo pondrá una carta boca abajo y cuando estén todas se revelarán. En orden ascendente se irán colocando donde corresponda. Si en algún momento no se puede colocar según las reglas o se coloca una sexta carta en una fila, el dueño de la carta que provocase esto recoge las cartas anteriores que hubiera y deja la suya. Cuando se acaban las 10 cartas se puntúan las cabezas de bueyes que se ha llevado cada persona, aquella con menos tras las rondas establecidas será quien gane.

Todo un clásico entre los juegos de cartas, ¡ideal para grupos grandes!

Recomendado

¡Toma 6! de Mercurio es un juego de mesa familiar de cartas. Ofrece partidas para 2 a 10 personas con una edad mínima recomendada de 8 años y una duración media de 45 minutos. Estamos ante uno de los juegos de cartas para grupo con más solera del mercado. Su turno simultáneo y sencillez de reglas hace que sea capaz de contentar a todo el mundo por heterogéneo que sea el grupo de juego. Pero no te dejes engañar por su sencillez, tras ella se esconde un juego en el que contar cartas y elaborar una estrategia sólida va a ser fundamental, muy especialmente en su variante táctica.