¡Hola de nuevo!
Y oye, que terminas por echar de menos el compartir unas líneas con tus lectores. Así que, de los productores de “Reseña: ¡Cobardes!” os presento “Reseña: Topoum”. Una emocionante aventura en este moribundo blog en el que descubriréis por qué Topoum me parece uno de los mejores juegos de mesa españoles publicados hasta la fecha. ¡Allá vamos!
Topoum es un juego de tablero abstracto diseñado por Perepau Llistosella e ilustrado por Pedro Soto. Propone partidas para 2-4 juegadores con una duración media de 60 minutos y una edad recomendada de 12 años o más. Trata de una guerra de trincheras entre topos que pugnan por mantener líneas de visión con sus compañeros del mismo bando mientras tratan de impedir que los rivales puedan hacerlo. Y es así, con un tema digno del mismísimo Mr. Bean, como se presenta Topoum un juego predominantemente abstracto con pinceladas de una multitud de rincones de los juegos de mesa. Porque Topoum tiene un poquito de euro, un poquito de confrontación, gestión de mano, tema (llegas a sentirte en una guerra) y algunas cosas más que terminan por configurar lo que resulta un producto único.
Bien, paremos un poco el carro, imagino a algunos preguntándose ¿y tanto batiburrillo no es indigesto? Pues no, el juego fluye a la perfección con una toma de decisiones muy interesante y una duración de partida idónea para lo que propone.
Espero que esta imagen me ayude a contaros cómo funciona esto. Sobre el tablero los jugadores van a ir colocando bases y topos en su turno (de una única a acción a elegir entre dos, poner base adyacente a otra y colocar topo encima, o mover los topos que ya tienen) y activando dichos topos después de colocarlos o moverlos. Esto va a parmitir realizar una serie de acciones en forma de cartas de lo más variopintas y que, para más inri, serán diferentes cada partida que juguemos. De esta manera los jugadores irán posicionando sus topos en el escenario intentando que exista línea de visión entre ellos, lo más grande posible y con el mayor número de bases propias entre ellos, para puntuarlas. Sí, al final es un juego de hacer puntos. Las cartas a las que tiene acceso el jugador son las 5 colocadas sobre el tablero y dos ocultas en la mano, a medida que se vayan jugando deben de guardarse porque hay un pequeño set collection y mayorías al final de la partida que, si bien suele otorgar pocos puntos, suelen ser decisivas ya que las partidas son siempre muy reñidas y ajustadas. La partida finalizará al concluir la ronda en la que se saca del mazo la carta de paz.
Quiero hacer mención especial a la baraja de cartas que se configura en cada partida de entre muchos tipos de cartas a elegir con efectos muy variados y creo que es algo a destacar ya que va a permitir a los jugadores adaptar el juego a su gusto, explorar poco a poco qué opciones diferentes ofrece y consigue hacer que el juego cambie lo suficiente como para que te ofrezca decisiones diferentes a cada partida. Si una configuración concreta te gusta mucho, como me pasó a mi con la inicial sugerida, puedes jugarla más pero, cuando te sientas algo “explorador”, siempre podrás probar una combinación diferente. Este es, quizás junto con el arte del juego, sus dos grandes bazas a favor.
Y ahora que ya os he vendido el juego, también diré que no es oro todo lo que reluce, he enseñado Topoum a una gran cantidad de jugadores y, normalmente, a estos les cuesta “arrancar” en el juego. No sé por qué la regla de sólo poder emplear acción (o carta) con el topo activo, es decir el que acabas de mover o colocar sobre el tablero, suele atragantarse y puede generar algo de frustración al principio. Si sois capaces de salvar ese bache tendréis ante vosotros un juego muy completo con capacidad de ofrecer sensaciones lo suficientemente diferentes como para que guste a casi todo tipo de jugadores.
Chapó por Looping games que ha conseguido parir uno de los juegos más completo (o el que más) de los que haya podido ver en mi carrera profesional. Y, ahora fuera de coñas, si os he vendido el juego podéis comprarlo aquí
¡Hasta la próxima!
Deja tu comentario